En Colombia, se vive un conflicto oscuro dentro de la historia de un país sin memoria que ha dejado huella en las generaciones por la violencia y el desplazamiento forzado, este éxodo de personas, deja una grieta que cada vez se abre más por la poca presencia del Estado en algunas regiones del país, este desplazamiento es invisible para muchas personas que no lo ven con sus propios ojos, lo ven a través de las noticias desde un televisor o una pantalla de celular en la comodidad de sus hogares; pero una nube de humo en la Carrera 7 #38-10 en la capital de Bogotá, causada por las hogueras que se usan para cocinar, se mezclan entre las copas de los árboles como si fuera la neblina de una madrugada capitalina en el Parque Nacional.
Son familias que duermen y viven en cambuches, que se calientan con fogatas alimentadas por troncos de madera de los árboles. Esta es la historia que viven más de 400 indígenas emberas que desafían promesas no cumplidas, y deambulan por los pasillos y corredores dentro del Parque Nacional, debido a los incumplimientos gubernamentales respecto al tema de resguardos territoriales. Las condiciones en las que viven son insalubres, donde la falta de acceso a agua potable ha generado problemas de salud en las personas mayores, y especialmente en los niños debido a el agua que consumen en este lugar, una realidad oculta que ha llegado a la capital ante los ojos de todas las personas que vivimos en ella, esta historia se ha vuelvo visible y sin filtros para que todas las personas seamos más sensibles a lo que está ocurriendo y sigue pasando por la violencia de nuestro país.
A pesar de reuniones por los líderes emberas en solucionar este problema, se enfrentan a la frustración de promesas incumplidas y aplazamientos por parte del gobierno nacional, aún más triste es la situación de los niños que deberían estar aprendiendo, estudiando, viviendo la vida de un niño en su etapa escolar; pero no es el caso de ellos, se encuentran descalzos jugando con lo que logre despertar su imaginación al borde de la carrera séptima de la ciudad.
Este documental fue realizado para contar la realidad dentro de una familia embera conformada por Elkin Vitucay Cintua, Luhermelinda Vitucay, Vituca Cintua, Juanita Cintua, Estiven Queramacama Arce y su perra Lira. Viviendo en tierras lejanas alejados de su hogar de origen, en condiciones insalubres en unas carpas que cuando está haciendo calor es imposible estar dentro de ellas, cuando llueve no los cubre en absoluto y cuando hace frío en las madrugadas ni las cobijas que algunas personas de corazón les han regalado, no los ayuda a protegerse del clima cambiante bogotano; una cocina improvisada de leña, que cuando están cocinando el humo se les penetra hasta lo más profundo de su ser y los envuelve dejándolos sin poder respirar; descubrí un sin número de historias y entendí del dolor de no tener hogar y de las necesidades que sufren no por elección sino por ser desplazados de su tierra natal.
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