Post Conexión – Proyecto 3

Esta serie nace de la necesidad de querer entender la unión de dos personas a través de lo carnal, ese preámbulo del amor, la danza que se genera al despojarse de la ropa y entregarse en alma y espíritu, la complicidad del momento en que sólo las sábanas son testigo del acto de amar donde las inseguridades se vuelven seguras, los defectos se reconocen y se aceptan entre ellos, el sudor, la fuerza y el calor se convierten en uno.

El acto como tal es un pacto, un acuerdo mutuo que se firma desde la energía del ser, donde los miedos, vicios, deseos, engaños, fidelidades, tristezas, alegrías, frustraciones, éxitos se comparten, se traspasan a la otra persona uniendo en un todo lo único que es nuestro; el cuerpo y sus matices; sus distintos matices nos hacen ser únicos, esos cuerpos anchos, flacos, largos, pequeños, amarillos, rosados, blancos, morenos, esos cuerpos completos y los incompletos, los de texturas lisas o arrugadas, los que tiene relieves, pieles ásperas, secas, suaves y humectadas, los cuerpos con dolores, los acuerpados, los que no tienen músculos o tienen de más, los fuertes, los débiles, con marcas o sin ellas, esos cuerpos que siempre buscan placer.

La intimidad de un cuarto oscuro nos muestra la luz de lo real, del maquillaje corrido, olores que se mezclan en el aire, gritos, gemidos, mal aliento, cansancio, fuerza, posturas inhumanas, golpes, caricias, fetiches; todo por lograr complacer y ser complacidos, pero qué pasa al no lograr ese objetivo se inicia una danza afuera de lo corpóreo, en busca llenar la sed del sexo, en busca de otros u otras, se inicia un camino sin retorno por querer seguir danzando en unas sábanas usadas, sucias, manchadas.

Poema Diana Quiñonez

Cuando llegamos no había una sola prenda en el piso, no habíamos si quiera deshecho la sobre sábana. sin embargo, tu impulso por querer quemarte en vida me empujó con fuerza, hasta que caí… como pude me acomodé para encajarme de alguna manera a tu cuerpo.

Y mientras menos ropa queda sobre la cama, más deshecha queda; y más completos estamos tú y yo. no sólo es la fuerza de los movimientos que quedan plasmados aquí, sino esta temperatura de nuestros cuerpos que todo lo humedece. atrás no se quedan esos gemidos tímidos del juego previo, también están los gritos que me quieren ensordecer, esos gritos que salen de tu estómago con fuerza y que se ahogan por nuestra contundencia, aunque debo decir que me muero por esos gemidos que salen de tu alma y se conectan con la mía.

Enredados estamos en este mar de sábanas que no paran de sentirnos el uno al otro, haciéndonos el amor. que las sábanas sean, entonces, las cómplices de lo que aquí pasa. de cada movimiento, de cada ritmo sobre el que danzamos, cada pose incómoda, cada engranaje perfecto. que nos perdamos mientras levitamos en este espacio y en este lugar.

Las sábanas ya están emparamadas, al igual que tú y yo. ya nuestra esencia está impregnada en las mejores cómplices de este amor duradero o inmediato. ya quedó el olor de nuestra síntesis entrelazado en cada hilo que las componen. después de esta forma lujuriosa con que nos amamos, ¿qué viene?

No sabía a qué olías, fuera de ese perfume sutil que te aplicas, no sabía a qué sabías, y sí que vale esa redundancia, no sabía que podía coger una sábana entre mis manos, arrugarla y olerla para encontrarte. sí, para encontrarte.

Si me levantara y tomara una fotografía de esta cama, ya tendría un mapa de este sexo sin precedentes que me acabas de entregar.

Sebastián Castillo Pii

Tengo 25 años, soy fotógrafo de la corporación universitaria Unitec y la escuela de fotografía
Zona Cinco, llevo en la fotografía aproximadamente 3 años, con un concepto artístico o de autor, dirigido al cuerpo, al autorretrato. He participado desde el año 2015 en exposiciones, galerías, charlas en universidades, actualmente soy FreeLancer en la fotografía, asistiendo a varios colegas, hago fotografía de retrato y producto, me gusta el énfasis de la fotografía gastronómica.

E-mail: sebasfotografia@yahoo.com – Facebook:Sebastián Pii
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